Mucha gente está preocupada por el mercurio presente en las bombillas CFL, pero estamos aquí para discutir por qué la preocupación por el mercurio se ha exagerado. El hecho es muy simple, nadie quiere exponer a su familia y a su hogar a una posible contaminación por mercurio, pero ¿cómo podemos aliviar estas preocupaciones con la creciente popularidad de las bombillas CFL? La mejor manera de abordar estas preocupaciones es mirar la realidad de la situación. Según el programa Energy Star, la bombilla CFL media contiene 4 miligramos de mercurio. Para ponerlo en contexto, esta cantidad de mercurio equivale a la cantidad de mercurio de un bocado de atún blanco. Además, un termostato antiguo tendría al menos 500 miligramos. Según los cálculos, en realidad usted participa en la liberación de mercurio al medio ambiente, tanto si utiliza bombillas CFL como si no. Cuando usas una bombilla incandescente tradicional, necesitas cuatro veces la cantidad de energía que necesitas para una CFL. Dado que las centrales eléctricas son las que más contribuyen a la liberación de mercurio, la cantidad de mercurio que se libera es cuatro veces mayor cuando se utiliza una bombilla incandescente en lugar de una CFL. Incluso añadiendo la pequeña cantidad de mercurio dentro de la bombilla CFL, esto no suma ni un tercio de lo que se libera cuando se utiliza una incandescente.
Una de las preocupaciones que tiene mucha gente es que el mercurio del interior de la lámpara salga si se rompe la bombilla. Aunque la bombilla es de vidrio, no son frágiles y pueden soportar una manipulación normal. Si se rompe una bombilla, siga las pautas recomendadas para su limpieza. Es un proceso sencillo y no requiere materiales de limpieza especiales o una llamada a su HAZMAT local. Una de las razones por las que se ha dramatizado la preocupación por el mercurio es porque la gente no entiende la minúscula cantidad de mercurio que hay en cada bombilla y el sencillo proceso de limpieza para eliminarlo.
Si una bombilla se funde, asegúrese de reciclar la bombilla en lugar de enviarla al vertedero. Esta es una forma de evitar que el mercurio llegue al medio ambiente. Muchas agencias de residuos sólidos e incluso tiendas de artículos para el hogar ofrecen opciones para el reciclaje de bombillas CFL. Todo lo que tiene que hacer es especificar un contenedor especial para recoger sus bombillas. Cuando planee un viaje para reciclar o ir a la tienda de mejoras para el hogar, llévese las bombillas y recíclelas. Tomando algunas precauciones y educándose a sí mismo, verá por qué la preocupación por el mercurio no es tan mala como parece.