Manténgase caliente y ahorre energía este invierno – Blog de luzdeco.es

El invierno es una estación muy celebrada, pero desgraciadamente puede tener un alto coste, literalmente. Como sabrá cualquiera que viva en una zona con inviernos fríos, cuando las temperaturas bajan, la factura de la luz empieza a subir. Mientras que algunos prefieren soportar una casa más fría que pagar el precio de una calefacción adecuada, otros en climas más brutales pueden no ser capaces de hacer este sacrificio. Por suerte, hay algunas cosas que puedes hacer para tener tu pastel y comerlo también. A continuación, te explicamos cómo mantener tu casa caliente durante los meses de invierno sin disparar tu factura de la luz.

1. Mantenga su sistema de climatización

Hasta la mitad de la factura energética de su casa se destina a la calefacción y la refrigeración. Por lo tanto, sería prudente invertir en su sistema HVAC durante la temporada que más lo necesita. Revise el filtro de aire de su caldera una vez al mes, especialmente durante el uso intensivo en invierno, y límpielo o sustitúyalo si está sucio. Los filtros sucios ralentizan el flujo de aire, haciendo que los sistemas de climatización trabajen más y desperdicien energía. Como mínimo, el filtro debe limpiarse o sustituirse cada tres meses. Sellar y aislar los conductos de aire también puede ayudar a mejorar la eficiencia de su sistema de climatización hasta en un 20%. Considere la posibilidad de realizar una puesta a punto profesional de su sistema HVAC una vez al año para asegurarse de que sigue funcionando de forma óptima.

2. Encuentre y selle las fugas de aire

Este consejo puede parecer bastante básico, pero si se hace correctamente puede suponer una gran diferencia. Sellar las fugas de aire en su casa es esencial para mantener el frío fuera y el calor dentro. Las fugas son bastante fáciles de identificar mediante una inspección visual y sintiendo el aire a su alrededor, pero aquí hay algunos lugares que puede querer comprobar.

En el exterior de su casa, inspeccione todas las zonas en las que se unen dos materiales de construcción diferentes, incluidas las esquinas exteriores, los grifos de agua exteriores, donde se unen el revestimiento y las chimeneas, y las zonas en las que se unen los cimientos y la parte inferior del ladrillo o el revestimiento exterior. En el interior de su casa, inspeccione los marcos de puertas y ventanas, los enchufes eléctricos, las trampillas del ático, las rejillas de ventilación y los ventiladores, entre otros lugares donde sospeche que puede haber una fuga de aire. Aplique masilla o burletes en las zonas necesarias para cerrar las fugas.

3. Compruebe el aislamiento de su ático

Otra forma de ahorrar energía en su casa es mantener el ático bien aislado. Una mejora en el aislamiento del ático puede suponer una reducción de hasta el 15% en su factura eléctrica. Un aislamiento adecuado ayuda a mantener temperaturas constantes en todas las habitaciones de su casa y, combinado con el sellado del aire del ático, puede incluso aliviar la formación de diques de hielo en invierno.

Para saber si necesita más aislamiento en su ático, sólo tiene que mirar a través de él. Si el nivel de aislamiento llega justo hasta la parte superior de las vigas del suelo del ático, tiene menos de la mitad del nivel de aislamiento recomendado para la mayoría de los lugares de Estados Unidos. Por otro lado, si no puede ver ninguna de las vigas del suelo porque el aislamiento está muy por encima de ellas, puede que no sea necesario un aislamiento adicional.

Aunque es bastante fácil comprobar el nivel de aislamiento de su ático, añadir más aislamiento puede ser una tarea difícil. Afortunadamente, hay muchos contratistas cualificados que pueden ayudarle a realizar el trabajo. Recomendamos sellar el aire de su ático antes de añadir más aislamiento para obtener los mejores resultados.

4. Baje el termostato durante el día

Por supuesto, debe ajustar el termostato al nivel más bajo posible cuando esté en casa. Sin embargo, debería bajarlo aún más antes de salir de casa durante el día. Bajar el termostato entre 10° y 15° durante 8 o más horas al día puede suponer un ahorro de alrededor del 10% al año en la factura de la calefacción. Además, mantener las puertas cerradas durante el día puede ayudarte a retener más calor en las zonas donde lo necesitas, y por no hablar de evitar una bienvenida helada al llegar a casa.

5. Utiliza iluminación de bajo consumo

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