28 de mayoWill ParsonsCultivos hidropónicosA medida que
avanzamos hacia un medio ambiente más sano, la idea de los productos ecológicos sostenibles se ha convertido en un argumento de venta gigantesco para las plantas de granja y las cultivadas en casa. Cultivar plantas de forma orgánica requiere métodos que no utilicen productos químicos agresivos. Esto significa que los fertilizantes provienen de materia animal y vegetal, como el guano o los montones de compost, y los métodos de control de plagas son más tradicionales (mariquitas, fungicidas a base de limón, etc.). Sin embargo, las plantas cultivadas hidropónicamente suelen utilizar fertilizantes minerales inorgánicos, lo que ha impedido hasta ahora que se les conceda la etiqueta de «ecológicas». Las plantas cultivadas hidropónicamente no utilizan tierra, lo que significa que los fertilizantes orgánicos tradicionales no pueden descomponerse y sus nutrientes no pueden ser absorbidos por la planta. El jurado aún no ha decidido qué impacto tiene en el sabor, aunque muchos prefieren el sabor de las verduras cultivadas orgánicamente. Por mi parte, puedo decir que en la escuela secundaria trabajé en una granja hidropónica y, hasta el día de hoy, en ella crecieron los mejores tomates que he probado.
¿Pueden los huertos hidropónicos utilizar fertilizantes orgánicos?
Es posible utilizar nutrientes orgánicos para el cultivo hidropónico; sólo hay que replicar el efecto que tiene la tierra sobre la materia orgánica con una solución especial. Aunque se ha intentado generar nitratos en el agua durante mucho tiempo (la NASA trabajó con varios métodos como parte del programa espacial), la Organización Nacional de Investigación Agrícola y Alimentaria (NARO) desarrolló finalmente en 2005 un método práctico que permite formar nitratos orgánicos en una solución acuosa.
De todos modos, ¿en qué se diferencian los fertilizantes?
A fin de cuentas, las plantas absorben los minerales que necesitan para que el tronco y las raíces crezcan sanos, así como las frutas y verduras nutritivas. Los fertilizantes inorgánicos descomponen los minerales necesarios en las rocas y otras fuentes para convertirlos directamente en una forma utilizable por las plantas. Los fertilizantes orgánicos tardan un poco más; un material como el compost o el guano es descompuesto por el suelo en los mismos nutrientes minerales que luego son absorbidos por la planta cuando ésta toma agua del suelo. Dado que ambos métodos aportan los mismos nutrientes en la misma forma final para su absorción por parte del cultivo, la principal diferencia radica en la procedencia de esos nutrientes.
¿Hay alguna diferencia en la absorción de nutrientes?
Cada tipo de abono tiene sus propios beneficios:
- Tiempo: Los fertilizantes orgánicos tardan en liberar los nutrientes, ya que la planta sólo puede absorberlos cuando se descomponen en nitratos. Durante las primeras semanas, las plantas pueden estar débiles o deficientes, ya que el ciclo de descomposición comienza. Los fertilizantes minerales o inorgánicos aportan inmediatamente los nutrientes necesarios, por lo que puedes empezar inmediatamente y tener plantas fuertes.
- Cantidad: Es una buena idea mezclar entre los dos, comenzando su proceso orgánico y complementando con nitratos inorgánicos hasta que los orgánicos estén completamente en su lugar. Este sistema híbrido también ayuda a mantener los niveles de nutrientes. Los fertilizantes orgánicos no son un cóctel mineral exacto, por lo que no sabrás las cantidades exactas de nutrientes que se dan a tu cultivo. Los inorgánicos te permiten dar cantidades medidas con precisión, lo que puede ser una gran ayuda cuando empieces a ver deficiencias.
- Nuevos nutrientes: Tanto los fertilizantes orgánicos como los inorgánicos aportan todo lo que una planta necesita cuando se administran correctamente, pero un fertilizante inorgánico puede realmente aumentar los beneficios de tus plantas. El enriquecimiento ha tenido éxito al añadir oligoelementos como el yodo a las plantas vegetales, pero requiere un aditivo inorgánico que no es posible con un cultivo estrictamente orgánico.
¿No hay impactos ambientales con los fertilizantes inorgánicos?
Uno de los principales problemas de los fertilizantes inorgánicos es la lixiviación. El fertilizante químico se lava fácilmente en el suelo y el contenido de sal interfiere con el ciclo del nitrógeno, despojando al suelo de nutrientes y devastando los cultivos en tierra. Los cultivos hidropónicos no utilizan suelo, por lo que la lixiviación no es un problema y el agua saturada puede ser tratada antes de llegar al suelo.
Aún así, hay que tener cuidado, ya que la sobrefertilización puede provocar la quema de las raíces de las plantas. Con un fertilizante orgánico, ninguna de estas cosas es un problema en el cultivo hidropónico o en el tradicional en tierra.
Entonces, ¿qué es mejor entre los dos? Ambos proporcionan el mismo producto final, nutrientes descompuestos en nitratos, pero con orígenes diferentes. La lixiviación no es un problema en hidroponía, ya que el agua puede ser tratada y la liberación es controlada. El abono orgánico tiene muy pocas posibilidades de quemar las raíces de su cultivo, pero tarda más en liberar un número indeterminado de nutrientes. La elección depende realmente de ti y de tus necesidades, o en el caso de las verduras, de lo que creas que sabe mejor.
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